lunes, 13 de junio de 2011

28/10/09 - Decimosexto día

El último día en Kioto dediqué la mañana a visitar Fushimi Inari (si se escribe así =.=) y a hacer algunas compras de última hora antes de regresar al día siguiente para Tokio.


Tras la intensa caminata del día anterior, todo el día arriba y abajo por Miyajima, para este día tenía prevista una excursión tranquilita, visitar el monte sembrado de tooris de Fushimi Inari.
Me levanté tranquilamente, sin madrugar mucho, y tras comprar un pase para el autobús, me fui hasta el lugar de la visita.
El sitio resultó ser muy bonito, todo repleto de estatuas de zorros, y sembrado de capillas por todos lados.






Los zorros estaban considerados mensajeros de los dioses, si no recuerdo mal.
El camino sube y se bifurca por toda la montaña, estando sembrado de tooris que forman un pasillo por el que caminar.
Según leí, en verano hay muchos mosquitos, pero yo no aprecié nada cuando estuve. Los tooris suelen ser aportados como ofrendas, y hay miles de ellos.





Nuevamente fui sorprendido por unos turistas que se encontraron al subir con un guiri llamando a un gato =.=
Además de los tooris y las estatuas, había algunos lugares donde te vendían manzanas y alguna vending machine (creo). El recorrido por el monte es algo laberíntico, pero no hay problema con perderse.







Y bueno, tras llegar a la cima, no se me ocurrió otra cosa que... bajar.
Hasta ahí, suena lógico y todo. El problema, es que pensé en bajar por el otro lado del monte y luego caminar por fuera del mismo para volver al inicio. Una idea rara =.=
Bueno, pues salí de la zona de tooris y seguí caminando por el monte, rodeado de árboles y vegetación. Todo muy bonito.
Luego llegué a unas pequeñas casas con huertecitos, y me orienté para caminar hacia el lugar por donde pensaba que llegaría al inicio de la visita.
Pero no. Con más tiempo seguro que al final lo habría logrado (cabezota forever xD) pero al final, tras mucho caminar, vi que me estaba liando, ese sitio ya no aparecía en mis mapas, y ante la duda, volví sobre mis pasos.
De todas formas vi algunos edificios bonitos, pero no me quedó claro si eran templos u otra cosa.







Regresé al camino de bambú, volví a subir el monte, y volví a bajarlo.
Teniendo en cuenta que eran todo escalones, que había lugares basante empinados, que caminé durante horas, y que el día anterior había hecho la subida al monte Issen en Miyajima, cuando acabé el día apenas me tenía en pie xDDD
Pero bueno, para el regreso no tuve problemas, recordaba bien el camino, así que al final volví hasta la parada del autobús, donde tuve que esperar bastante al siguiente, y al poco estaba de vuelta en Kioto.

Como última visita visita me fui a ver la gran pagoda del templo Kaikoji.
Si no recuerdo mal, es la más alta o al menos una de las más altas del país.
El entorno del templo es muy bonito, con un estanque lleno de nenúfares, varios edificios muy grandes y antiguos, y la enorme pagoda.












Para rematar el día me acerqué a Gion a comprar algunas cosas que no me había traído en mi visita anterior y que ahora no quería dejar pasar, y luego ya volví al hotel para descansar por fin y tratar de cerrar la maleta para el día siguente que tenía que volver a Tokio.
Kioto me dejó un gran recuerdo, es muy diferente a Tokio, y ciertamente los templos son muy numerosos, muy vistosos y muy muy grandes. Verlos todos es casi imposible, y mira que yo visité muchísimos, pero merece la pena hacer el viaje y pasar por allí si se va de viaje a Japón.

Galería del decimosexto día

Un tema estupendo basado en el Final Fantasy VII, un tema orquestal creado por Jeremy Robson.

No hay comentarios: