martes, 28 de agosto de 2012

El camino de las rocas

Si el otro día nos quedaban unos 30 kb de texto para terminar, es realmente sorprendente que, tras terminarlos, hoy nos queden 48.


Y es que puede que nuestro sistema de organización no sea el más eficiente que existe, pero bueno. Como cortamos el bloque completo en otros más pequeñitos, se nos olvidó que estábamos insertando sólo el primer corte, con lo que al terminarlo y ver todavía un mogollón de texto nos llevamos una gran decepción =.=
Pero bueno, hemos seguido y ahora quedan 48/49 kb, esperemos que cunda la cosa.

Mientras, como esperábamos subir un parche para la siguiente vez que escribiésemos algo, y como este fin de semana nos dio la vena nostálgica, aquí dejamos un pequeño parche para un antiguo juego de nuestra infancia.
El juego en cuestión es Ishido de Game Boy, juego que en su momento apareción para varias consolas más además de la Game Boy, como Megadrive o Lynx.

La historia de este juego es un poco rara. Hace miles de años, poco después de que los dinosaurios desapareciesen de la faz de la tierra, vivíamos una tranquila infancia en un pueblo perdido. Hacía un tiempo nos habíamos logrado regalar una flamante Game Boy, pero con eso se fue todo nuestro presupuesto, con lo que nos hartábamos de jugar al Tetris una y otra vez.
Por ello, nuestra única fuente de juegos eran los préstamos, pero claro, al tener sólo el Tetris para prestar, no conseguíamos gran cosa. Y estando en un pueblo perdido, menos.
Pero bueno, con las vacaciones siempre venía gente de fuera que podía prestar algún juego nuevo, y pronto se vio que juego que caía en nuestras manos, juego que estaba finiquitado en un tiempo record ^^
Había que aprovechar el tiempo, ya que no nos los prestaban mucho tiempo.

En fin, para no alargarnos mucho. Un día, alguien nos dejó un juego llamado Ishido. En la pegatina del cartucho se veía una imagen de Stonehenge y poco más. El juego venía sólo con su cajita de plástico, nada de la caja del juego, sus instrucciones ni nada. Nos dijeron que si sabíamos jugar a eso.
Pues no. Lo probamos un rato y al final nos lo quedamos para intentar descubrir cómo se jugaba a aquello.
Entre los chirridos de la música y el estruendo del sonido de error cuando intentabas algo no permitido, daban ganas de tirar el juego por la ventana, pero a cabezotas no nos iba a ganar un juego...
Total, peleando con la consola, jugando contra la máquina e imitando sus movimientos, al final comprendimos el mecanismo del juego, que en realidad era bastante sencillo. Lo que pasa es que un crío de 10-12 años no suele tener paciencia para este tipo de juegos.
Cuando le explicamos al dueño del juego cómo se jugaba, le interesó bastante poco, y al final nos quedamos con el juego en propiedad ^^

Poco a poco jugar contra la consola empezó a perder interés, porque nos dábamos cuenta de que los movimientos que hacía no eran los más lógicos ni los óptimos, ¡la consola ponía las piezas justo para fastidiar nuestro siguiente movimiento! Ese es un fallo que muchas veces le encontramos a los juegos de puzzle competitivo contra la consola, el que sacrifiquen los movimientos lógicos por movimientos con los que te fastidian. Sobre todo, porque no es justo. Si hace eso es porque sabe la pieza que le va a aparecer al jugador, mientras que el jugador no sabe qué pieza le va a salir a la máquina.
Pero lo que molestaba de verdad era que así no se podían terminar de colocar todas las piezas, no se podían lograr las máximas puntuaciones...
Copiar la mala leche de la consola nos sirvió para derrotarla una y otra vez, pero eso no nos hacía sentir satisfechos, porque se había convertido en una rutina. Entonces pasamos a los modos en solitario del juego y descubrimos el Torneo.

En el Torneo teníamos toda la pantalla y todas las piezas para nosotros solos. Aquí podíamos dar rienda suelta a nuestras estrategias de colocación de piezas sin que la consola nos molestase, y empezamos a conseguir colocar todas las piezas. Luego, a conseguir buenas puntuaciones. Seguidamente, hacer "cajas" (en el original, 4way, pero en la traducción lo hemos dejado como cajas). Y, finalmente, a aumentar al máximo el número de cajas para que la puntuación final subiese de forma exponencial en la pantalla final.
El juego se convirtió en un vicio, y teníamos incluso una hoja de papel en la que anotábamos las puntuaciones para ver si lográbamos superarnos.

Con el tiempo, el juego perdió algo de su encanto. Habíamos conseguido casi el máximo de "cajas" que se podían conseguir, llegando a 16 ó 17 en total, pero a costa de "casi" aprendernos de memoria las secuencias de piezas de tanto y tanto jugar xDDD
Por ello finalmente lo abandonamos, pero nos dejó un grato recuerdo del tiempo invertido en aprender a jugarlo y la sensación de dominarlo y haberlo exprimido por completo.

Por eso siempre habíamos tenido pendiente intentar traducir este juego. En realidad no hay mucho que traducir, pero bueno, ahí queda este parche.
Un par de detalles. En homenaje al estridente escándalo que surgía cada vez que encendíamos la consola, en lugar de "MUSIC" hemos traducido "RUIDO" xD
En realidad la música terminó gustándonos mucho, hay 4 melodías diferentes, y son realmente bonitas, pero al iniciar el juego puede que no se aprecien así xD

En la pantalla inicial salía un listado de los derechos sobre el juego, y los hemos sustituido por una pequeña explicación de cómo se juega al Ishido.
No es mucho, pero bueno, puede ayudar si no se conoce.
La mecánica del juego es sencilla, unir las piezas de la bolsa a las que hay en el tablero y conseguir la mejor puntuación posible.
Una pieza puede unirse a otra que tenga o su misma forma o su mismo color/dibujo interior. O sea, un círculo con una línea vertical puede unirse a cualquier otro círculo o a cualquier pieza que tenga una línea vertical.
Conforme se ocupa la pantalla hay menos espacio, por lo que colocar las piezas con inteligencia es la clave para poder unir una pieza a dos, tres o incluso cuatro (las "cajas" que decíamos).
Una "caja" es colocar una pieza en el centro de cuatro piezas. Para ello tiene que coincidir en la forma y dibujo/color de las cuatro. Suena complicado, pero con un poco de práctica es fácil conseguir dos o tres por partida. Para llegar a nuestro récord de 17, hay que echar muchas horas ^_^
El valor de bonus de las "cajas" es proporcional según su número, así que la segunda vale más puntos que la primera, la tercera más puntos que la segunda, y así sucesivamente.

Si tras todo este rollo aún hay alguien que tiene ganas de jugar, pues aquí queda el parche xD Ishido, versión 1.0

Aquí podéis apreciar una de las preciosas melodías del juego. (En serio, la música es muy buena, no hagáis caso a lo de "ruido" xD)


Y bueno, por terminar como siempre, un video de alguna otra cosa.
Como no conseguimos encontrar el Ritual at Lavender de Majeliss, una canción de aquella época que no sabemos si alguien reconocerá.




En fin, esperamos que el próximo día el Ogre Battle esté de verdad terminado. Al final España no logró ganar el oro, pero fue un partidazo y nos quedamos casi tan contentos como si lo hubiese conseguido.


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