La primera vez parecía curioso, la segunda, gracioso.
Para la tercera ya empezaba a mosquear, y de la cuarta en adelante se convirtió en una desesperación insoportable.
Y es que hasta el último momento los dichosos corazoncitos han seguido haciendo acto de presencia.
sábado, 30 de marzo de 2013
miércoles, 13 de marzo de 2013
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